lunes, 20 de junio de 2022

Felicidad para algunos; desconsuelo para otros

Nada puede definir lo que sentimos millones de colombianos ante los resultados electorales del día de ayer, con lo cual se elige como presidente de la República de Colombia al señor Gustavo Petro.

El hombre que representa no solo a la izquierda política, sino también a las organizaciones narcoterroristas que han asolado al país durante sesenta años. Quien además, buscando alcanzar su objetivo, hizo alianzas con los peores y más corruptos políticos del país enarbolando la bandera del cambio.

Sin dejar de mencionar que durante su campaña presidencial ofreció toda clase de favores a delincuentes e infractores a cambio de votos; lo que finalmente dio como resultado la victoria para sus planes.

Tampoco puede descartarse la intervención a su favor por parte de la Registraduría Nacional de Colombia, la misma que lo favoreció en las elecciones parlamentarias, y que seguramente lo hizo durante la primera vuelta presidencial, pues siempre hubo dudas (y ningún control) sobre la legitimidad y honestidad de esta institución.

El caso es que ahora Petro es el nuevo presidente de Colombia. Ahora nos esperan cosas como el desfalco de las pensiones, el ataque a las mayores fuentes de la economía colombiana, la expropiación indiscriminada de bienes, la persecución política y económica a ciudadanos que no pertenezcan al "combo", el retraso cultural, la degeneración y anarquía social, el empobrecimiento de toda la nación, el crecimiento de la nueva burocracia, etcétera.

Ya demostró, durante su alcaldía en Bogotá, su incapacidad como administrador, su mala fe y su facilidad para destruir; lo peor es que ahora tiene más compromisos...

La angustia y el desasociego de muchos colombianos no es infundada, no habrá de pasar mucho tiempo para que Colombia, en manos de ese señor y de sus amigos, se convierta en un país inviable, pobre y desolado, como lo son ahora Venezuela, Argentina, Chile y otros vecinos latinoamericanos que han sido conquistados por el criminal Socialismo del Siglo XXI.

Mientras tanto una cantidad de personas, obnuviladas por las mentiras de alguien que no tiene la capacidad intelectual ni moral para dirigir una nación, celebran lo que consideran un triunfo, pero que a futuro se descubrirá como una tragedia.

domingo, 19 de junio de 2022

Hoy se define el futuro de nuestra nación

Bienvenidos a este blog. Vamos a tratar de dar seguimiento a las acciones políticas e institucionales de nuestro país a partir de hoy 19 de junio de 2022, día en el que se celebran y definen las elecciones presidenciales para el período comprendido entre el 7 de agosto del presente año y el 7 de agosto del año 2026.

No es un secreto para nadie que en este momento la nación está polarizada entre dos formas de pensamiento: la derecha y la izquierda.

La primera está representada por ciudadanos y funcionarios que creen en la democracia y en las bondades de un estado legítimo que exige y ofrece, que vela por la seguridad de sus nacionales y que acepta el control de organismos constitucionales independientes.

La segunda, la izquierda, está conformada por hampones y corruptos que solo buscan obtener beneficios a toda costa, personas capaces de destruir una nación para obtener sus logros. Personas sin conciencia que se asocian hasta con el mismo demonio para lograr sus objetivos, pero que además han utilizado su poder económico para permear todos los estamentos del país y así manipular a gran parte de la población utilizando los medios masivos de comunicación, el aparato educativo y la promoción de esa nueva burocracia que ofrece poder y oportunidades sin fundamento.

La izquierda radical en Colombia está representada por un exguerrillero llamado Gustavo Petro, quien cuenta con el apoyo directo de los grupos terroristas Farc y ELN, y quien hoy se presenta como candidato a la presidencia de la república de Colombia después de que lleva veinte años o más viviendo del estado y trabajando en favor del narcoterrorismo.

El candidato de la izquierda es apóstol del Socialismo del Siglo XXI, hasta ahora ha podido ejercer su maligno poder en el Senado de la República y desde la alcaldía de Bogotá, y está directamente relacionado con el dictador Maduro y otros tantos criminales que paulatinamente destruyen Latinoamérica.

Así las cosas, hoy Colombia se encuentra a la expectativa de quién será el próximo presidente: el señor Rodolfo Hernández, quien se presenta como independiente, pero a quien todos vemos como una carta de salvación para la democracia, o el señor Gustavo Petro, que ofrece un panorama para Colombia igual que lo que vive la actual Venezuela.

Sea como sea, vamos a tratar de dar seguimiento a lo que suceda políticamente en nuestro país a partir de este momento; me gustaría contar con sus aportes.

Bienvenidos.