martes, 27 de septiembre de 2022

La marcha 26S contra el gobierno de Petro

Como se ha podido apreciar en los medios de comunicación, la marcha realizada por algunos colombianos en diferentes ciudades del país fue positiva.
Pese a que se realizó en un día laboral (y en un horario de plena actividad) hubo buena concurrencia y un excelente comportamiento por parte de los asistentes (propio de la derecha colombiana) y de las autoridades policiales. .
Los manifestantes fueron personas comunes, mujeres y hombres, jóvenes y mayores de diferentes estratos socioeconómicos y culturales, pero no degenerados ni antisociales, de ahí su comportamiento respetuoso ante la ley y la sociedad. Aunque eso sí todos tenían algo en común:
¡No más Petro!, ¡no más Petro!, ¡no más Petro!...
¡Fuera Petro!, ¡fuera Petro!, ¡fuera Petro!...


Parece increíble que un gobierno que apenas lleva "operando" casi dos meses, genere tanto repudio y temor a las personas de bien.
Porque no se trata de reacciones políticas ni de actos de oposición concertada, como los que él, Petro, ejecutó durante el gobierno anterior; se trata de la manifestación espontánea y sincera de una parte del pueblo, de la reacción por parte de gremios, instituciones, inversionistas, y otras víctimas, asustados por declaraciones y acciones temerarias que se balancean entre la ignorancia, la incapacidad y la conducta dolosa, propias de un individuo no idóneo y sin autoridad moral, y de su aberrante equipo de gobierno que genera aun más desconfianza y terror que sus amigos armados.

Los colombianos hemos pecado por indolencia, indiferencia y exceso de confianza ante los ataques de la doctrina comunista-socialista que ha desplegado en nuestro país todo su accionar criminal, corrupto y destructor. Es por esa razón que hemos llegado a esta situación de aceptar que los poderes del estado no estén en buenas manos.
Estrategias de adoctrinamiento, desinformación, sobreoferta burocrática, falso empoderamiento, soborno y terrorismo lograron corroer la conciencia de los buenos principios y el compromiso moral de las personas para con su familia y la sociedad; ahora estamos viendo las consecuencias…

Aún estamos a tiempo de salvar el futuro de la nación. Afortunadamente somos un país democrático con mucha gente buena. Esta pequeña manifestación ciudadana es apenas una muestra de lo que puede hacer el país, a través de sus nacionales, para protegerse y mejorar.

Algunas otras imágenes de la marcha en Bogotá D. C.